Aunque el 60% de las infecciones del sitio operatorio son prevenibles, un 40% de ellas ocurrirán, principalmente por la presencia de riesgos residuales (comorbilidades como obesidad, diabetes mellitus, hipertensión, edad extrema y hábitos de vida poco saludables como fumar o no hacer ejercicio en forma periódica), que no están condicionadas a las buenas prácticas que desarrollemos en el ambiente hospitalario. Antes de abordar la antisepsia quirúrgica de la piel, una práctica que puede disminuir en más del 50% las infecciones del sitio operatorio (ISO), es importante definir las ISO según su compromiso anatómico:
- Incisional superficial (compromete a piel y tejido celular subcutáneo).
- Incisional profunda (compromete fascia, músculo y tejidos profundos).
- Órgano-espacio (compromete una cavidad al interior del cuerpo o un órgano específico).
Las infecciones incisionales superficiales y algunas de las profundas dependen en gran medida de la preparación (antisepsia) de la piel del paciente. Las infecciones de órgano y espacio están más relacionadas con los tiempos quirúrgicos, además de la experticia y la técnica que tenga el cirujano para realizar el procedimiento.
En complemento a lo anterior, también debemos clasificar el riesgo de ISO en una cirugía, el cual está dado por el índice de riesgo descrito por sistema de vigilancia norteamericano NNISS (National Nosocomial Infection Surveillance System). Este sistema evalúa tres ítems en el paciente:
- Duración de la cirugía: los tiempos quirúrgicos no deberán exceder la mediana de duración estipulada para cada tipo de cirugía.
- Tipo de herida: Las heridas pueden ser limpias, limpias contaminadas, contaminadas o sucias. Es importante aclarar que una herida limpia o limpia contaminada no da un puntaje en el índice de riesgo, pero las heridas contaminadas y las sucias sí lo dan. Es importante recordar que no hay heridas infectadas, sino contaminadas o sucias, ya que el infectado será el paciente.
- Clasificación del estado funcional ASA (American Society of Anesthesiologists): este indicador se determina de acuerdo con el estado funcional del paciente, entendiendo que un ASA de 3 o más representa otro punto adicional para el índice de riesgo.
Es importante recordar que la piel actúa como un reservorio de microorganismos y algunos de estos están colonizándola. El estrato córneo de la piel está colonizado por múltiples microorganismos y algunos de estos se encargan de regular nuestro pH y de mantener una homeostasis, que le permite esta ser la barrera más importante que tenemos contra el mundo exterior.
Por lo tanto, nuestra intención nunca será eliminar completamente la microbiota de la piel, sino tratar de disminuir esas unidades formadoras de colonias (UFC), debido a que el exceso del crecimiento bacteriano en un paciente que va a ser sometido a una cirugía podrían ponerlo a riesgo de una complicación infecciosa. Debido a esto, una buena práctica para reducir el riesgo de infecciones en muchos pacientes, será la descolonización de la piel, especialmente para cirugías de algo impacto, como procedimientos cardíacos, reemplazos articulares y neurocirugías. Algunas publicaciones que se refieren a este tema recomiendan entre dos y tres baños con clorhexidina, 48-72 horas antes del procedimiento quirúrgico. En algunas instituciones hospitalarias se tiene como protocolo realizar baños en seco con clorhexidina antes de los procedimientos quirúrgicos
El destacado médico epidemiólogo colombiano Christian Pallares, nos recomienda dos formas de realizar el baño del paciente con clorhexidina. La primera es utilizando los Wescohex Wipes, que son paños húmedos impregnados con clorhexidina, esto caso de que el paciente tenga dificultades en su movilidad, alguna alteración en su estado de consciencia o si se encuentra dentro de un entorno hospitalario. Esta aplicación se debe realizar desde 48 horas antes del procedimiento quirúrgico, es decir, dos ocasiones de baño en seco previas a la cirugía, una vez por día.
La segunda manera es cuando el paciente llega a la institución hospitalaria de forma ambulatoria, pudiendo realizarlo autónomamente en su hogar. Es importante recordarle al paciente que debe permitir que la clorhexidina actúe en su piel el tiempo indicado. El paciente deberá aplicársela en la ducha, desde el cuello hacia abajo, dejándola realizar su trabajo por lo menos seis minutos en el cuerpo, para posteriormente enjuagarla con agua, sin aplicar ninguna solución jabonosa posterior a esta acción. El paciente deberá realizar este baño de clorhexidina dos veces antes de su cirugía, también una por día.
Con estos baños recomendados por el doctor Pallares, estamos aportando positivamente al éxito de los procedimientos quirúrgicos, brindando nuevas herramientas a los pacientes para el autocuidado y consolidando las estrategias de prevención de la infección de sitio operatorio en nuestras instituciones de salud.